Una pareja británica ha convertido una antigua base aérea en un hotel original.

La vida en una antigua base aérea no parece atractiva. Sin embargo, no en el caso de la torre de hormigón de cuatro pisos en Escocia, que se ha convertido en la casa de huéspedes HMS Owl. Una vez, este frío y abandonado edificio fue el principal objetivo de los vándalos, sin embargo, el británico Justin Hooper y su esposa Charlotte Seddon vieron en él un gran potencial. Pasaron cinco años restaurando el sombrío edificio de cuatro pisos, y lograron algo especial.

El edificio fue construido en 1942, cuando aquí trabajaban los despachadores de un aeropuerto militar. Durante la Segunda Guerra Mundial, aviones torpederos estaban basados aquí. Más tarde, el aeródromo fue cerrado, sin embargo, la pista de aterrizaje seguía siendo utilizada por aviones privados durante mucho tiempo. Hace cinco años, el edificio finalmente se volvió inhabitable. Fue entonces cuando Charlotte y Justin se mudaron de Londres para transformar este lugar sombrío en uno de los hoteles más increíbles de Escocia.

La antigua base se encuentra cerca del pueblo de Tain, y desde aquí es ideal comenzar excursiones a las montañas. Desde la ventana se puede disfrutar de una belleza increíble de todo lo que tanto ama Escocia: un paisaje salvaje y caprichoso, cubierto de una densa niebla.

Los británicos decidieron conservar al máximo la historia del edificio, por lo que se puede ver la mampostería expuesta en todas partes, y las ventanas están hechas de acero. Los detalles rugosos hacen que la casa sea especialmente acogedora y única, y parece que cada objeto del interior tiene su propia historia.

Justin y Charlotte viven en este edificio, pero alquilan habitaciones individuales en Airbnb. Sus precios comienzan desde 100 $ por noche.